Sanar lo que sentimos para ordenar nuestros bolsillos 💭💰

Ilustración de una mujer de cabello suelto escribiendo en su libreta con serenidad, rodeada de tonos lilas y azulados. En la mesa hay billetes, una taza de café y una mariposa, simbolizando el equilibrio entre mente, emociones y bienestar financiero.Buenos días, comunidad motivada 🌙💜. A veces no nos damos cuenta de cuánto pesa lo que sentimos… hasta que lo notamos en el bolsillo. No lo decimos, pero muchas veces el desorden financiero es solo la punta del iceberg de algo más profundo: estrés, culpa, miedo, cansancio o la sensación de no tener el control de nuestra vida. Y cuando la mente está saturada, las decisiones económicas también se nublan.

Hace unas semanas compartimos aquí la entrada “💰 Cuando el orden también empieza en uno mismo para sanar la mente 💫”, donde hablamos de cómo cuidar nuestras finanzas puede ayudarnos a cuidar también nuestra paz mental. Mencionamos pequeños pasos como anotar gastos, priorizar deudas o planificar pagos. Pero hoy quiero que vayamos un poco más adentro. Porque sí, los números importan… pero también importan las emociones detrás de esos números.

🌿 Lo que sentimos se refleja en cómo gastamos

El psicólogo deportivo Pep Marí, en su libro “El ADN psicológico”, explica que todos tenemos una especie de huella interior que influye en cómo actuamos, decidimos y nos relacionamos con el mundo. Y si llevamos esa idea al plano financiero, podríamos decir que nuestro dinero también tiene ADN: refleja quiénes somos, cómo nos sentimos y qué heridas o vacíos intentamos llenar.

No es casualidad que algunas personas gasten impulsivamente cuando se sienten tristes, que otras eviten revisar sus cuentas por miedo, o que muchas sientan culpa al comprarse algo para sí mismas. Detrás de cada decisión económica hay una emoción. Y si no la reconocemos, el desorden se repite.

Por eso, antes de hablar de presupuestos o planillas, vale la pena preguntarnos:
  • ¿Qué estoy intentando compensar cuando compro algo que no necesito?
  • ¿Por qué me cuesta tanto ahorrar o decir “no puedo ahora”?
  • ¿Qué siento cuando veo mi cuenta vacía? ¿Y cuando la veo llena?
No hay respuestas buenas o malas. Solo hay señales para conocernos un poco más a nosotros mismos.

💰 Sanar el bolsillo empieza en la mente

La autora Johan Vitaliano Saldarriaga, en su libro “Cúrate el bolsillo”, plantea una idea muy interesante: el dinero no solo se gana, también se sana. Y esa sanación empieza por comprender que el dinero no es un enemigo, sino una energía que se mueve según nuestras emociones, hábitos y decisiones.

Saldarriaga menciona que el desorden financiero muchas veces es reflejo de heridas emocionales no atendidas: baja autoestima, necesidad de aprobación, miedo a la escasez o incluso la costumbre de poner siempre a los demás primero. Gastar sin control, endeudarse o no saber cobrar por nuestro trabajo puede tener raíces en algo más interno.

Por eso, más allá de los números, sanar el bolsillo también implica sanar la relación que tenemos con el dinero. Y eso se logra con autoconocimiento, paciencia y constancia.

💫 Volver al orden: lo que ya aprendimos y lo que podemos sumar

En nuestra publicación anterior hablamos de seis acciones prácticas para empezar:
  • Registro simple
  • Priorizar deudas
  • Ahorro mínimo
  • Revisar suscripciones
  • Planificar pagos
  • Pedir ayuda
Hoy quiero complementar esos pasos con nuevas ideas, desde una mirada más emocional y consciente:
  1. Escucha tu emoción antes de tu impulso:
    Antes de comprar algo, pregúntate: “¿Lo necesito o lo deseo para llenar algo que me falta hoy?”. A veces una caminata, una charla o un descanso reparador valen más que una compra por impulso.

  2. Observa tus patrones:
    ¿Tienes un día del mes en que gastas más? ¿Te das “premios” cuando estás triste o cuando logras algo? Detectar esos momentos es clave para romper el ciclo del desorden.

  3. Revisa tus creencias:
    Frases como “el dinero se va rápido”, “no me alcanza nunca” o “prefiero no pensar en eso” moldean nuestra realidad financiera. Cambia poco a poco esas ideas por afirmaciones más conscientes: “puedo organizarme mejor”, “mi dinero también necesita cuidado”, “cada paso cuenta”.

  4. No temas pedir acuerdos o reestructurar:
    Si tienes deudas, hablar con tu banco o entidad para llegar a un acuerdo no es señal de fracaso, sino de responsabilidad. Yo misma lo viví: tuve que organizar mis pagos, reconocer mis errores y priorizar mi salud mental. Y aunque fue un proceso difícil, aprendí que dar la cara también es una forma de sanar.

  5. Invierte en lo que te da equilibrio:
    No todo gasto es negativo. Hay inversiones que nos nutren: un curso que te motiva, una terapia, una herramienta para tu trabajo o un descanso necesario. Si vas a gastar dinero en ti, hazlo sin culpa. Como suelo decir: “esta es tu vida y de nadie más”.

  6. Practica el agradecimiento financiero:
    Al pagar tus cuentas, en lugar de pensar “se me va el dinero”, di: “gracias porque tengo cómo cubrirlo”. Esa simple práctica cambia tu energía y te ayuda a ver tus recursos desde la abundancia, no desde la escasez.
No se trata de resolver todo en una semana, sino de dar pasos pequeños y sostenibles. Puedes empezar hoy mismo con una libreta o una nota en tu celular:
  • Anota cuánto entra y cuánto sale.
  • Define tres gastos que puedes reducir.
  • Piensa en una meta financiera que te ilusione (aunque sea pequeña).
  • Y, sobre todo, comprométete contigo misma.
La organización financiera no es frialdad ni cálculo. Es una forma de construir tranquilidad, propósito y libertad.

🌙 El peso invisible de la culpa


La culpa es una de las emociones más frecuentes (y menos habladas) cuando se trata de dinero. Culpa por gastar, por deber, por no ganar lo suficiente o por no “haber sabido” manejarlo. Pero la culpa no construye, paraliza.

Si te reconoces en esa sensación, no te castigues. Todos, en algún momento, hemos tomado decisiones desde el miedo o el cansancio. Lo importante es no quedarnos ahí. Es común que pase esto: somos humanos. A mí también me ha pasado, y pude salir de ello organizando mis deudas, hablando con el banco para llegar a un acuerdo y priorizando mi bienestar.

Aprendí que cuando uno se perdona, también se abre la posibilidad de mejorar. Y que un bolsillo en orden no es solo cuestión de planillas, sino de autoestima.

💜 La relación entre mente, emociones y dinero

Diversos estudios de psicología financiera muestran que el estrés económico activa las mismas áreas del cerebro que el miedo o la ansiedad. Por eso, cuando estamos preocupados por deudas o por falta de ingreso, es normal sentir agotamiento, dificultad para concentrarse o incluso irritabilidad.

Por eso, si estás atravesando un momento difícil, no lo minimices. Cuidar tu salud mental también incluye cuidar cómo manejas tu dinero. A veces basta con detenerse, respirar y escribir:
  • “Esto puedo resolver hoy.”
  • “Esto puedo planificar.”
  • “Esto no depende de mí, pero puedo pedir apoyo.”
Esa simple división da claridad y alivio. El dinero no solo mide cuánto tenemos, sino cuánto valor nos damos. Cuando postergamos cobros, aceptamos menos de lo justo o dejamos de invertir en nuestro bienestar, hay un mensaje detrás: “no soy prioridad”.

Cambiar esa frase interna por “sí merezco estabilidad, merezco aprender, merezco estar tranquila” transforma la forma en que usamos el dinero. Porque al final, cuidar nuestras finanzas también es una forma de amor propio. También necesitamos aprender a cuidarnos a nosotros mismos y nadie puede dar desde el vacío.

💬 Reflexión final

Sanar lo que sentimos para ordenar nuestros bolsillos no es un proceso lineal. Habrá días de claridad y otros de confusión. Lo importante es seguir mirando hacia adentro y hacia adelante.

Empieza hoy: observa tus emociones, escucha tus hábitos y reorganiza tu energía. No se trata solo de “curar el bolsillo”, sino de curar la historia que lo sostiene.

✨ Porque cuando sanamos por dentro, todo empieza a encontrar su lugar: la mente, el corazón… y también el bolsillo.

Cuéntame: ¿Cómo estás cuidando tu bolsillo y tu bienestar emocional últimamente?

💬 Te leo en los comentarios o en redes sociales.


Saludos,


Rosario S. 🦋
@unalunamotivada
👉 [Notas que inspiran y organizan]

Comentarios

  1. Hola Rosario, qué gran Post. Efectivamente todo lo que dices, el desorden económico nos pone en situaciones muy complicadas emocionalmente hablando pero también hay existen maneras de poder reordenar y salir de ese hoyo del cual muchas veces nos frustra el día a día, gracias por los buenos tips que nos das. Debemos ser más comprensivos con nosotros mismos y seguir adelante con optimismo y agradecimiento. 😁

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Así es! 😌 A veces olvidamos que el orden también empieza dentro de nosotros. Gracias por leer y por tu comentario tan bonito 💜✨ Qué importante es recordarnos eso: avanzar con optimismo y amabilidad hacia uno mismo 🌿. Si te gustó este tema, te recomiendo leer los libros que menciono en el post (de de Pep Marí y Johan Vitaliano Saldarriaga), tienen mensajes preciosos sobre cómo sanar nuestra relación con el dinero desde la calma y cuidando nuestro bienestar psicológico también ❤️‍🩹.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Cómo organizarnos para apoyar al país? 🌱🌎

El arte de volver a empezar 🦋💫

Ordenar dentro y fuera 🕊️🌿