Organizar sin ansiedad: aprender a soltar el control ✨
🌿 Llegando a un nuevo fin de semana…
Buenos días, comunidad motivada 💜. Llegamos a un nuevo fin de semana, y hoy vengo a contarles la historia de Susana, una mujer organizada, trabajadora y creativa, que aprendió que a veces el orden más valioso no está en los papeles o en los pendientes… sino en la calma con la que elegimos soltar el control.
Aprendió que, desde la calma y la tranquilidad, organizar su vida personal y laboral era posible, y que su jefe, Miguel, le enseñaría que la ansiedad no es buena en tiempos de crisis organizativa.
🌱 Cuando el orden se confunde con control
“Para Miguel, todo es urgente”, pensaba ella mientras respiraba hondo. Pero, con el tiempo, esa ansiedad empezó a contagiarla. Llegaba a casa con dolor de cabeza, soñando con pendientes que no eran suyos. Se levantaba de madrugada pensando en algo que no debía olvidarse, para anotarlo en su cuaderno.
🦋 Aprender a soltar: los consejos que transforman
Aprendió que, desde la calma y la tranquilidad, organizar su vida personal y laboral era posible, y que su jefe, Miguel, le enseñaría que la ansiedad no es buena en tiempos de crisis organizativa.
🌱 Cuando el orden se confunde con control
Susana trabajaba a media hora de su casa, nada del otro mundo, pero su día terminaba cuando el sol ya se había escondido. No porque tuviera mucho trabajo, sino porque su jefe, Miguel, tenía una extraña costumbre: cinco minutos antes de su hora de salida, aparecía en su puerta con un “favor urgente”.
—Susana, ¿podrías dejarme listo este informe para mañana temprano? Es urgente, yo he corregido algunas cosas, pero faltan otras para que quede perfecto, y no me da el tiempo —le decía con una sonrisa apurada y algo torpe.
—Pero, Miguel, son las 5:55, y salgo a las 6:00… hoy tengo un evento con mi familia. Y esto Diana lo entregó finalizado ayer —replicó Susana.
—Sí, sí, lo sé, pero no estaba perfecto y tuve que corregir. Falta tu toque, es rápido, solo acomódalo un poco —insistía mientras se iba, dejando los papeles sobre su escritorio.
A veces, Susana pensaba que lo hacía a propósito, como si necesitara tenerlo todo bajo control incluso a última hora. Lo veía caminar de un lado a otro, revisando su escritorio lleno de papeles, buscando algo que ni él sabía. Y todos los días, a las 5:55 p. m., él venía con sus «favores urgentes».
A veces, Susana pensaba que lo hacía a propósito, como si necesitara tenerlo todo bajo control incluso a última hora. Lo veía caminar de un lado a otro, revisando su escritorio lleno de papeles, buscando algo que ni él sabía. Y todos los días, a las 5:55 p. m., él venía con sus «favores urgentes».
“Para Miguel, todo es urgente”, pensaba ella mientras respiraba hondo. Pero, con el tiempo, esa ansiedad empezó a contagiarla. Llegaba a casa con dolor de cabeza, soñando con pendientes que no eran suyos. Se levantaba de madrugada pensando en algo que no debía olvidarse, para anotarlo en su cuaderno.
Hasta que un día, cansada de vivir así, decidió hablar con su amiga Cecilia, que era psicóloga.
—Ceci, te juro que mi jefe me está robando la paz —le dijo entre risas y cansancio.
—¿Por qué lo dices? —preguntó Cecilia mientras servía café.
—Porque no sabe soltar el control. Todo lo quiere ya, todo lo quiere perfecto. Y lo peor… me está pegando su ansiedad —respondió ella. Cecilia la miró atenta mientras la escuchaba y analizaba cada cosa que le iba contando.
—Susana, lo que describes es muy común. Las personas que viven bajo estrés constante sienten que, si no controlan, el mundo se les desmorona. Pero la verdad es que nadie puede controlarlo todo. Ni tú ni Miguel.
Susana asintió, pensativa —Entonces, ¿qué hago? No puedo decirle que respire profundo cada vez que me pide algo urgente —dijo con frustración.
—No —rió Cecilia—, pero puedes enseñarle con el ejemplo. A veces el cambio empieza con una conversación distinta —dijo su amiga, dejándola pensativa.
🦋 Aprender a soltar: los consejos que transforman
Esa misma noche, Cecilia le envió un mensaje con algunos consejos prácticos para ayudar a su jefe y a ella misma a no caer en el círculo de la ansiedad laboral:
- Aprender a priorizar con realismo. No todo es urgente, y establecer prioridades ayuda a bajar la tensión.
- Pausas conscientes. Detenerse cinco minutos cada dos horas para respirar, estirarse o simplemente cerrar los ojos.
- Delegar sin culpa. Confiar en que los demás también pueden hacer las cosas bien.
- Limitar la jornada. Fijar una hora de salida y cumplirla, sin sentir culpa por hacerlo.
- Evitar multitareas. Enfocarse en una tarea a la vez reduce el error y el agotamiento.
(Fuente: American Psychological Association – Estrés en el lugar de trabajo)
Susana imprimió esas recomendaciones (solo esa vez, paradójicamente) y las llevó a la oficina. Cuando Miguel volvió a pedirle algo “urgente” al final del día, ella se atrevió a hablar.
—Miguel, ¿sabías que la productividad cae más del 30 % cuando trabajamos bajo ansiedad constante? Lo leí anoche en un artículo, y siento que últimamente todo es urgente y trabajamos más de lo necesario —le dijo con calma.
—¿Ah, sí? —preguntó él, sin mucho interés, mientras revolvía papeles.
—Sí. Y también dice que trabajar con pausas y planificación puede mejorar el rendimiento. Tal vez podríamos probarlo.
Miguel levantó la mirada, sorprendido por el tono tranquilo de Susana.
—Mmm… ¿tú crees?
—Podemos intentarlo una semana —respondió ella con una sonrisa serena.
—Creo que tienes razón —dijo Miguel.
—Tengo una amiga que puede ayudarnos —le comentó ella, introduciendo así a Cecilia.
—Creo que tienes razón —dijo Miguel.
—Tengo una amiga que puede ayudarnos —le comentó ella, introduciendo así a Cecilia.
🌻 El cambio posible

Y Miguel terminó con su duda. Susana tuvo razón. Poco a poco, la oficina empezó a cambiar. Miguel comenzó a organizar mejor sus tareas, aprendió a respirar mejor, a dejar de pedir cosas a última hora y hasta se animó a usar una aplicación para agendar entregas. Cecilia fue su apoyo: orientó tanto a Miguel como a Susana para mejorar la comunicación y, con ello, la organización.

Y Miguel terminó con su duda. Susana tuvo razón. Poco a poco, la oficina empezó a cambiar. Miguel comenzó a organizar mejor sus tareas, aprendió a respirar mejor, a dejar de pedir cosas a última hora y hasta se animó a usar una aplicación para agendar entregas. Cecilia fue su apoyo: orientó tanto a Miguel como a Susana para mejorar la comunicación y, con ello, la organización.
Un día, mientras estaban en la oficina, Miguel le dijo a Susana:
—No sé qué hicieron tú y Cecilia, pero siento que respiro mejor.
Ella rió.
—Nada, Miguel. Solo dejamos de intentar controlar lo que no depende de nosotros.
Con el tiempo, la ansiedad bajó y el ambiente laboral mejoró. Los pendientes fluían sin caos, y la productividad aumentó. Miguel aprendió que soltar el control no es perder poder, sino ganar equilibrio. Tanto él como los trabajadores aplicaron las pausas activas en el centro laboral, lo cual los ayudaba a relajarse y a tener mayor productividad en su día a día.
Susana también cambió. Ya no llegaba a casa agotada: podía cenar tranquila, ver una película o simplemente quedarse en silencio escuchando música. Aprendió que cuidar su salud mental era parte de ser responsable con su trabajo y consigo misma.
🌙 Cierre motivacional
Si tú también sientes que el control te consume o que el trabajo se ha convertido en una fuente de ansiedad, recuerda: puedes pedir ayuda. Existen líneas y espacios gratuitos que brindan apoyo psicológico y orientación profesional.
(Fuente: Gobierno del Perú – Línea 113 Opción 5: Apoyo en salud mental)
Si tú también sientes que el control te consume o que el trabajo se ha convertido en una fuente de ansiedad, recuerda: puedes pedir ayuda. Existen líneas y espacios gratuitos que brindan apoyo psicológico y orientación profesional.
(Fuente: Gobierno del Perú – Línea 113 Opción 5: Apoyo en salud mental)
Organizar no es controlar. Es cuidar el orden que te sostiene sin perder la calma ni la esencia.
✨ Este fin de semana, permítete soltar el control, descansar y reconectarte con tu bienestar.
💬 Cuéntame en los comentarios: ¿Te has sentido como Susana alguna vez? ¿Qué haces tú para no caer en la ansiedad del “todo ya”?
Recuerda también que puedes escribirme en mis redes sociales, y si te gustó esta historia, te invito a leer otras reflexiones en mi blog 👇🏽.
Saludos,
Rosario S. 🦋
@unalunamotivada
👉 [Notas que inspiran y organizan]
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